Existen muchos factores que influyen en la calidad del sueño. A veces olvidamos lo importante que es dormir y descansar adecuadamente. Dormir bien puede ayudarnos a mejorar la calidad de vida, conseguir un sueño reparador y levantarnos el día siguiente con energía y vitalidad.
Hay muchas personas que les cuesta dormir o tienen dificultades para descansar bien. Ir a la cama con exceso de pantallas, las preocupaciones, comer demasiado por la noche, entre otros condicionantes. Para mejorar puedes seguir nuestros consejos, pequeños cambios en tu rutina que te ayudarán a reducir tu cansancio y descansar mejor.

Cuida tus rutinas de mañana y noche
Las rutinas de la mañana y de noche son esenciales para acostumbrar al cuerpo a unos horarios y funcionar de manera más natural. Intenta organizar tu tiempo antes de ir a dormir, crear una rutina que implique relajarse unas horas antes de ir a la cama. Piensa en una rutina de mañana, sin prisas y con tiempo suficiente para levantarte, desayunar, organizar el día o hacer alguna actividad que te guste.
Se aconseja dormir entre 6 y 8 horas diarias, así como levantarse y acostarse siempre a la misma hora. Cada persona tiene sus tiempos, adapta las horas de sueño según lo que tu cuerpo necesite. No permanezcas en la cama mucho tiempo despierto, pueden aparecer pensamientos rumiantes, actívate y levántate de la cama con calma.
Iluminación y ruidos
Las condiciones de nuestro entorno pueden influir en la calidad del sueño. La iluminación es uno de ellos, la hormona melatonina que induce al sueño y a un estado de somnolencia se produce con más facilidad si no hay mucha luz en la habitación. Apaga las luces en el momento de acostarte, mantén la habitación oscura y genera un espacio agradable y cálido.
Los ruidos también pueden afectar a nuestro sueño. Procura dormir en un espacio libre de ruidos. Si vives en la ciudad o cerca de un espacio muy transitado procura aislar bien tu habitación.

Alimentación saludable
¿Qué comes para cenar? ¿A qué hora cenas? Se recomienda cenar como mínimo una hora antes de irte a dormir. También cuida tu dieta con cenas poco pesadas para que la digestión sea más fácil y el estómago no esté trabajando durante la noche. Cocina platos sencillos, evitando comidas con grasas, frituras y evitando los guisos. No consumas dulces, ni bebidas excitantes antes de dormir.

Mejora la calidad del sueño con el deporte
La actividad física es un buen tip para favorecer el descanso durante la noche y mejorar nuestra calidad de vida. Movernos, aunque sea caminar media hora al día, produce grandes beneficios. El cansancio les puede ayudar a dormir mejor, de forma más rápida y conseguir un sueño profundo.
Además, promover un mejor sueño, tiene grandes beneficios como es que evita enfermedades, mejora el estado de ánimo, aumenta la energía, mejora la forma física y la resistencia y fortalece el sistema inmunológico. La generación de endorfinas, la hormona de la felicidad, también produce que se reduzca el estrés, mejora de la autoestima, disminuye la agresividad y reduce la ansiedad, entre otros beneficios mentales.
Uso adecuado de la tecnología
El último tip trata de regular el uso de la tecnología. Está demostrado que mirar la pantalla del móvil, ordenador o televisión antes de ir a dormir puede alterar negativamente nuestro sueño. Las imágenes y movimiento en la pantalla excitan el cerebro, por lo que nos cuesta más entrar en un estado de relajación. Por ello aconsejamos dejar las pantallas al menos una hora antes de ir a dormir. Una manera eficaz es no entrar dispositivos electrónicos en nuestra habitación.
Empieza poco a poco de manera progresiva a aplicar estos cambios en tus rutinas diarias. Construye un estilo de vida saludable y consigue un sueño de calidad.

Valora también escoger productos de cama naturales y ecológicos para cuidar de tu descanso y tu piel, como por ejemplo un edredón ecológico, el relleno nórdico con fibras naturales, las sábanas y una cama confortable.